Desde su llegada al Reclusorio Norte se le podía ver nervioso. En aquel edificio, el exdirector de Pemex tendría lugar su audiencia para extender el plazo que la Fiscalía General de la República le dio con el fin de conseguir pruebas para el caso Odebrecht.

Las primeras palabras del juez federal dieron pista de que el resultado no sería favorable para el imputado. “Hay un elevado riesgo de fuga y se necesita un elevado nivel de cautela. Es procedente la prisión preventiva justificada en su contra”, afirmó el juez Artemio Zúñiga.

Si bien, el juez insistió en que el tema relacionado a la cena en el restaurante Hunan no tenía nada que ver con el cambio en la situación de su libertad, el tema sí fue sacado a la luz al menos ocho veces por funcionarios de la Fiscalía General de la República y de la Unidad de Inteligencia Financiera.

A cada mención de la cena en Hunan, se podía ver a Lozoya incómodo y nervioso. Un gran contraste con respecto a su primera audiencia que fue vía remota, donde el exfuncionario escuchó la resolución del juez bebiendo una Coca-Cola desde su domicilio.

“Qué mejor ejemplo de la actitud del justiciable [Lozoya] que las fotos donde con poco pudor procesal se le ve departiendo en una mesa de un restaurante de lujo… es la actitud de alguien que se cree y se ha sabido hasta el día de hoy impune”, apuntó el fiscal Manuel Granados, quien también ha llevado a Javier Duarte y a Rosario Robles tras las rejas.

De acuerdo con el fiscal, la razón por la cual no se encarceló inmediatamente a Lozoya desde su extradición fue para concederle los recursos que la concesión del criterio de oportunidad estipula, es decir, para que pueda reunir pruebas que ayuden a la detención de otras personas vinculadas a su caso, pero también para reparar el daño causado.

Sin embargo, la FGR señaló a Lozoya por “no hacer ni un mediano… ni un mínimo intento” de reparar el daño que el caso Odebrecht causó. También se le reclamó haber alargado el proceso con la finalidad de seguir “gozando de su libertad, al tiempo en que intenta obstaculizar el procedimiento”, dijo el fiscal Granados.

Si bien, la defensa pidió un receso de 30 minutos para organizar sus apuntes dada la nueva situación el juez terminó dictaminando que Emilio Lozoya tiene un mes para reunir más evidencias, pero tendrá que recabarlas mientras se encuentra en prisión preventiva.