Israel despertó este miércoles con daños considerables que no se veían desde la guerra de Gaza de 2014, con casas y coches destrozados.
Hasta ahora los enfrentamientos dejaron al menos 48 muertos en Gaza, entre ellos 14 niños y tres mujeres, a los que se suman dos palestinos fallecidos en Cisjordania ocupada y cinco israelíes.
La violencia tiene su origen en los disturbios del fin de semana en la Explanada de las Mezquitas, el tercer lugar más sagrado del Islam, en Jerusalén Este, anexionado por Israel en 1967. Y la preocupación crece en la comunidad internacional y el Consejo de Seguridad de la ONU se prepara para otra reunión de emergencia en esta jornada.
El presidente ruso, Vladimir Putin, y su par turco, Recep Tayyip Erdogan, llamaron este miércoles a la «desescalada», igual que lo hizo el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, mientras que el enviado de la ONU para Oriente Medio, Tor Wennesland, advirtió del riesgo de una «guerra a gran escala».
Por su parte la Corte Penal Internacional (CPI) advirtió que pueden haber «posibles crímenes» cometidos en el conflicto.
Fuentes diplomáticas afirmaron a la AFP que la ONU, con la ayuda de Catar y Egipto, inició una mediación con las partes «afectadas» para lograr una distensión.
En Israel, el ministro de Defensa israelí, Benny Gantz, dijo durante una visita a la ciudad israelí de Ascalón que «el ejército seguirá atacando para garantizar una calma total y duradera» y aseguró que «solo cuando hayamos alcanzado este objetivo podremos hablar de tregua».
Por su parte, el primer ministro Benjamín Netanyahu declaró el estado de emergencia en la ciudad de población mixta judía-árabe de Lod, donde la policía informó de disturbios por parte de los residentes árabes. Una violencia que el presidente israelí Reuven Rivlin calificó de «pogromo» por parte de «una multitud árabe sedienta de sangre».
Algunos observadores temen que los disturbios civiles se intensifiquen. En varias ciudades mixtas del país, manifestantes con banderas palestinas quemaron coches y propiedades, atacaron a automovilistas y se enfrentaron a la policía.
Según el Ejército, los ataques aéreos israelíes, los más intensos dese 2014, son una respuesta a los «más de mil cohetes» lanzados por varios grupos armados desde la Franja de Gaza hacia Israel desde la noche del lunes.
De ese total, unos 850 cohetes cayeron en Israel o fueron interceptados por el sistema de defensa aérea Cúpula de Hierro, y los demás se estrellaron en la Franja de Gaza, según el ministerio israelí de defensa.
«Si [Israel] quiere una escalada, estamos preparados», dijo el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, y pidió a las fuerzas de seguridad que se retiren de la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén Este, escenario en los últimos días de enfrentamientos entre la policía y manifestantes.
Fuente: DW.
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